Add parallel Print Page Options

Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, que se asentó sobre cada uno de ellos.

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron á hablar en otras lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen.

Moraban entonces en Jerusalem Judíos, varones religiosos, de todas las naciones debajo del cielo.

Read full chapter